sábado, 8 de enero de 2011

Reflexiones del día 04.01.2011

Si la persona no olvida que siempre tiene, a cada momento, la posibilidad de superarse, entonces avanzará rápido.

Todo nuestro trabajo es que todo el tiempo tenemos que anhelar acrecentar el deseo de otorgar por encima del deseo de recibir, y el trabajo del Creador es hacer lo contrario – agrandar el deseo de recibir por encima del deseo de otorgar. Y de este modo nos hallamos en competencia con Él, hasta que lleguemos a "me derrotaron mis hijos" – que significa que nos superamos en relación a Él, y nos llega una gran alegría.
Si la persona no olvida que siempre tiene en cada momento la posibilidad de superarse, entonces avanzará rápido. Y todo el trabajo se halla dentro del pensamiento – en aclarar -"¿qué me controla?"
Debemos ser estrictos en la realización de tres cosas para que podamos convertir en otorgamiento todo lo que ocurre en nuestras vidas:
Estar en la preparación correcta.
"Tiempos para la Torá" – Tiempos fijos para el estudio.
Motivar al entorno a participar en el otorgamiento y garantía mutua.
El Creador nos envía en todo momento una forma diferente de mal, y yo puedo en todo momento reaccionar correctamente. El único problema se encuentra sólo en el entorno – si el entorno no apoya, me puedo acordar de esto de vez en cuando, y si el entorno apoya, estaré todo el tiempo en este trabajo. Aquí el entorno realmente marca el ritmo. Nosotros todavía no llegamos al estado en el que sentimos que el problema está entre nosotros. Todavía no es la forma inversa a la del Creador, y ninguno de nosotros tiende a la conexión con los demás.
De modo parecido a los bebés que todavía no sienten la necesidad de la sociedad –, también nosotros aún nos encontramos en un nivel de desarrollo en el que no requerimos la conexión con los demás, porque todavía no tomamos conciencia de que el problema está entre nosotros.

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