No pintes la espiritualidad con imágenes corporales
Publicado en Octubre 28, 2010 a las 3:40 pm
En el proceso de desarrollo, habiendo llegado a una edad completa, hemos llegado a ser equipados con un enorme arsenal de imágenes y conceptos acerca de los elementos de este mundo. Entonces, somos capaces de dividir y conectar varias imágenes y significados en nuestra imaginación y acción. Por lo tanto, cuando escuchamos de algo, podemos imaginarlo basado en lo que conocemos acerca de “algo similar” incluso si nunca hemos visto este objeto y no tenemos relación con el.Con respecto a la espiritualidad, no tenemos idea de ello, tampoco ningún contacto con ello; no tenemos ningún conocimiento de sus elementos que podamos organizar y dividir o conectar para imaginar algo “similar.” Leemos acerca de fenómenos espirituales, y, si imaginamos algo en imágenes, debemos estar conscientes de que nos estamos engañando. En este caso, tomamos imágenes del mundo corporal que nos son familiares, y de ellas, en nuestras imaginaciones, arreglamos, por así decirlo, imágenes del mundo espiritual.
Ya que este camino se sabe que es falso, nosotros, al estudiar Cabalá, tratamos de no entender en nuestra mente y sensaciones, sino actuar a partir de lo que está descrito, como “el juez tiene sólo lo que sus ojos ven.” Añadir cosas (intelectualizando y fantaseando) no está permitido ya que significa forma que no está vestida en materia. La Cabalá está en contra de ello porque tenemos que alcanzar una forma vestida en materia. Si comenzamos a imaginar formas que no están vestidas en materia, siempre serán formas falsas tomadas de nuestro mundo, y nunca sabremos la verdad.
(24330 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 20 de octubre 2010 – La esencia de la sabiduría de la Cabalá.)
jueves, 28 de octubre de 2010
miércoles, 27 de octubre de 2010
¿”Quién es el Creador para que yo escuche su Voz”?
Debilidades Poderosas.
Publicado en Octubre 27, 2010 a las 3:40 pm
En nuestro camino espiritual, hay dos obstáculos o interrogantes extremadamente serios, que son elevados por el Faraón en persona.
1. ¿”Quién es el Creador para que yo escuche su Voz”? En otras palabras, ¿Qué cosa tan importante está escondida en la propiedad de otorgamiento para que yo baje mi cabeza ante él?
De hecho, esta rebelión de nuestra naturaleza nos ayuda porque, al sobreponerse, podemos mantener exaltada a la importancia del otorgamiento sobre la recepción ante nuestros ojos. El egoísmo creciente continuamente niega la importancia de otorgar, y nosotros debemos mantenernos fortaleciendo nuestra conexión con el grupo, para que bajo su influencia, empecemos anhelar la realización de las propiedades de otorgamiento nuevamente dentro de nosotros.
2. ¿”Qué hay para mí en el trabajo”? El egoísmo nos muestra que somos débiles e incapaces de alcanzar lo que nosotros deseamos.” ¿Qué tengo yo qué hacer con todo esto? Tú meta puede ser hermosa, ¿Pero quién eres tú para alcanzarla?”
Cuando estas dos debilidades se apoderan de nosotros, uno debe entender que la persona no puede ser liberada de la prisión por sí misma. La única oportunidad de hacerlo son con los amigos que vienen a salvarme. Encontraré fuerzas para avanzar sólo en el grupo, en la conexión entre nosotros. Ahí, revelaré mi naturaleza y me daré cuenta que carece de otorgamiento.
Entonces, yo experimento angustia entre estos dos polos: De un lado, tenemos la importancia del otorgamiento y por el otro, mi mezquindad. Yo adquiero estos dos factores, gracias al medio ambiente.
Ahora todo está organizado de forma correcta: Yo estoy abajo, el objetivo es sublime y profundo, y tengo los medios para alcanzarlo. En este punto, llega un sentimiento de certeza que llamamos Arvút (garantía muta). Después de todo, yo se que a través del grupo, recibiré toda la fuerza necesaria.
¿Cómo yo sé todo esto? De hecho, el ambiente correcto es una estructura creada por El Creador y se infunde con Su atributo. Por tanto, si nos acercamos entre todos, con lazos de amor, entonces el otorgamiento empieza a gobernar entre nosotros.
Resulta que en realidad, no uso el poder del grupo, uso la propiedad de otorgamiento que está escondida en nuestra interconexión. No pertenece a ninguno de los individuos porque es la fuerza del Creador, que es revelada entro nosotros. Esta fuerza en particular es la única y hace todo el trabajo.
Por tanto, el corazón del Faraón se encuentra en las manos del Creador. El Faraón es la fuerza de la recepción, creada por el Creador para que nosotros construyamos al otorgamiento por encima del Faraón.
(24164– De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 21 de octubre del 2010 – Aquel que fortalece a su corazón.)
Publicado en Octubre 27, 2010 a las 3:40 pm
En nuestro camino espiritual, hay dos obstáculos o interrogantes extremadamente serios, que son elevados por el Faraón en persona.
1. ¿”Quién es el Creador para que yo escuche su Voz”? En otras palabras, ¿Qué cosa tan importante está escondida en la propiedad de otorgamiento para que yo baje mi cabeza ante él?
De hecho, esta rebelión de nuestra naturaleza nos ayuda porque, al sobreponerse, podemos mantener exaltada a la importancia del otorgamiento sobre la recepción ante nuestros ojos. El egoísmo creciente continuamente niega la importancia de otorgar, y nosotros debemos mantenernos fortaleciendo nuestra conexión con el grupo, para que bajo su influencia, empecemos anhelar la realización de las propiedades de otorgamiento nuevamente dentro de nosotros.
2. ¿”Qué hay para mí en el trabajo”? El egoísmo nos muestra que somos débiles e incapaces de alcanzar lo que nosotros deseamos.” ¿Qué tengo yo qué hacer con todo esto? Tú meta puede ser hermosa, ¿Pero quién eres tú para alcanzarla?”
Cuando estas dos debilidades se apoderan de nosotros, uno debe entender que la persona no puede ser liberada de la prisión por sí misma. La única oportunidad de hacerlo son con los amigos que vienen a salvarme. Encontraré fuerzas para avanzar sólo en el grupo, en la conexión entre nosotros. Ahí, revelaré mi naturaleza y me daré cuenta que carece de otorgamiento.
Entonces, yo experimento angustia entre estos dos polos: De un lado, tenemos la importancia del otorgamiento y por el otro, mi mezquindad. Yo adquiero estos dos factores, gracias al medio ambiente.
Ahora todo está organizado de forma correcta: Yo estoy abajo, el objetivo es sublime y profundo, y tengo los medios para alcanzarlo. En este punto, llega un sentimiento de certeza que llamamos Arvút (garantía muta). Después de todo, yo se que a través del grupo, recibiré toda la fuerza necesaria.
¿Cómo yo sé todo esto? De hecho, el ambiente correcto es una estructura creada por El Creador y se infunde con Su atributo. Por tanto, si nos acercamos entre todos, con lazos de amor, entonces el otorgamiento empieza a gobernar entre nosotros.
Resulta que en realidad, no uso el poder del grupo, uso la propiedad de otorgamiento que está escondida en nuestra interconexión. No pertenece a ninguno de los individuos porque es la fuerza del Creador, que es revelada entro nosotros. Esta fuerza en particular es la única y hace todo el trabajo.
Por tanto, el corazón del Faraón se encuentra en las manos del Creador. El Faraón es la fuerza de la recepción, creada por el Creador para que nosotros construyamos al otorgamiento por encima del Faraón.
(24164– De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 21 de octubre del 2010 – Aquel que fortalece a su corazón.)
lunes, 25 de octubre de 2010
El amor es el arma más poderosa
Publicado en Octubre 25, 2010 a las 5:00 am
Cada persona quiere vivir en un mundo construido sobre la base del amor, sin embargo nadie cree que esto sea posible. El amor existe solamente en los cuentos de hadas infantiles porque cada persona comprende que eso es bueno para los niños, que hace que la vida sea más segura así que con la animosidad.
¿Pero, y si fuera posible hacer que el mundo fuera así? Vivimos en un mundo que es hostil hacia nosotros, en donde todos pelean y compiten entre sí, y en donde la vida se vuelve cada día más difícil.
“Una persona es un mundo pequeño”; la ira del hombre y su crueldad hacia el mundo están comenzando a volverse en su contra cuando él concretiza sus deseos egoístas y se odia a sí mismo. Esta personalidad escindida se vuelva cada vez más prominente.
Ahora imagine que puede cambiar su visión y todas sus relaciones hacia el camino del cuidado y el amor, ¿Qué sucedería si pudiéramos de pronto elevar y corregir al mundo entero para que nadie robara, causara daño a otra persona o utilizara a los demás perjuicio de ellos? Veríamos un mundo inverso y nadie tendría miedo que mañana su vida fuese destruida. Las personas no tendrían temor que mañana el planeta quedara arruinado y enterrado bajo la basura de nuestra propio producción.
El amor nos obligaría a actuar de la mejor manera y la más correcta. No tendríamos que estar buscando miles de millones de empleos sólo para mantener a la población ocupada, produciendo cosas que nadie necesita. Incluso si no trabajara, cada persona recibiría lo que necesita pues la gente no necesitaría de los excesos y existiría en un mundo amable y compasivo.
No contaminaríamos la tierra con productos innecesarios, que son el 90% de todas las cosas que se producen. Si observamos a la naturaleza allí no se desperdicia nada. Observen cómo la vida se organiza en el reino animal: desde el principio de la creación hasta su final, todas las formas están incluidas en el ciclo de la naturaleza en donde todo se usa repetidamente al 100% de su capacidad.
Todos los ciclos son absolutamente cerrados, con la excepción de las cosas que el hombre hace. Cuando el hombre produce algo, no lo devuelve a la naturaleza en su forma natural sino bajo la forma de tóxicos de naturaleza venenosa.
Sin embargo, si nos tratamos con amor, limpiaríamos al mundo totalmente. El amor lograría que no pidiéramos excesos y entonces todo se normalizaría. Cuan diferentes serían las cosas a hoy en día en que todos los océanos se encuentran llenos de basura radioactiva.
Lo único que nos hace falta en el mundo es cuidar de unos y otros con participación mutua dentro de un sistema integral y llegaremos a esto por la desesperación.
(24733 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de octubre 2010. Matan)
Cada persona quiere vivir en un mundo construido sobre la base del amor, sin embargo nadie cree que esto sea posible. El amor existe solamente en los cuentos de hadas infantiles porque cada persona comprende que eso es bueno para los niños, que hace que la vida sea más segura así que con la animosidad.
¿Pero, y si fuera posible hacer que el mundo fuera así? Vivimos en un mundo que es hostil hacia nosotros, en donde todos pelean y compiten entre sí, y en donde la vida se vuelve cada día más difícil.
“Una persona es un mundo pequeño”; la ira del hombre y su crueldad hacia el mundo están comenzando a volverse en su contra cuando él concretiza sus deseos egoístas y se odia a sí mismo. Esta personalidad escindida se vuelva cada vez más prominente.
Ahora imagine que puede cambiar su visión y todas sus relaciones hacia el camino del cuidado y el amor, ¿Qué sucedería si pudiéramos de pronto elevar y corregir al mundo entero para que nadie robara, causara daño a otra persona o utilizara a los demás perjuicio de ellos? Veríamos un mundo inverso y nadie tendría miedo que mañana su vida fuese destruida. Las personas no tendrían temor que mañana el planeta quedara arruinado y enterrado bajo la basura de nuestra propio producción.
El amor nos obligaría a actuar de la mejor manera y la más correcta. No tendríamos que estar buscando miles de millones de empleos sólo para mantener a la población ocupada, produciendo cosas que nadie necesita. Incluso si no trabajara, cada persona recibiría lo que necesita pues la gente no necesitaría de los excesos y existiría en un mundo amable y compasivo.
No contaminaríamos la tierra con productos innecesarios, que son el 90% de todas las cosas que se producen. Si observamos a la naturaleza allí no se desperdicia nada. Observen cómo la vida se organiza en el reino animal: desde el principio de la creación hasta su final, todas las formas están incluidas en el ciclo de la naturaleza en donde todo se usa repetidamente al 100% de su capacidad.
Todos los ciclos son absolutamente cerrados, con la excepción de las cosas que el hombre hace. Cuando el hombre produce algo, no lo devuelve a la naturaleza en su forma natural sino bajo la forma de tóxicos de naturaleza venenosa.
Sin embargo, si nos tratamos con amor, limpiaríamos al mundo totalmente. El amor lograría que no pidiéramos excesos y entonces todo se normalizaría. Cuan diferentes serían las cosas a hoy en día en que todos los océanos se encuentran llenos de basura radioactiva.
Lo único que nos hace falta en el mundo es cuidar de unos y otros con participación mutua dentro de un sistema integral y llegaremos a esto por la desesperación.
(24733 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de octubre 2010. Matan)
miércoles, 20 de octubre de 2010
¿Cómo puedo ver el mundo real?
Publicado en Octubre 20, 2010 a las 9:00 pm
En esencia, nosotros representamos almas y no cuerpos físicos, incluso ahora. El Creador creó el deseo de disfrutar, y no hay nada más aparte de este deseo. Si sentimos una cierta materia corporal, no es debido a que exista otra cosa, una realidad aparte. Sólo existe un deseo que se siente en un cuerpo físico. Es la mima alma que se siente sólo a sí misma y sólo dentro de sí misma. Esta no percibe nada fuera.
Por esta razón el alma se siente a sí misma como existiendo en este cuerpo físico, aparentemente rodeada por otros cuerpos similares. Es así que me percibo a mí mismo y a la realidad que me rodea debido a que estoy encerrado dentro de mí con mi ego. Tan pronto como adquiera nuevos deseos y perciba las propiedades fuera de mí, empezaré a ver la realidad de una forma diferente.
La realidad que miro fuera de mí es llamada “Mundo Superior.” ¿Cómo existo fuera de mi (de mi ego) y miro la existencia fuera de mi? Tengo que conectarme con otras almas, con mis amigos. Dentro de esta conexión entre nosotros, en una mayor unidad, revelamos sensaciones y manifestaciones comunes llamadas “el mundo espiritual.”
Por lo tanto, cuando leemos El Zohar, debemos recordar que todos nosotros deseamos revelar la Luz Superior, revelar todo lo que esta descrito en El Zohar. Esto nos lleva a los estados e imágenes que hablan sólo sobre la conexión entre nosotros y sus diversas formas. Esta es toda la realidad.
(23719 – De la Segunda Parte de la Lección Diaria de Cabalá del 15 de octubre de 2010, El Zohar.)
En esencia, nosotros representamos almas y no cuerpos físicos, incluso ahora. El Creador creó el deseo de disfrutar, y no hay nada más aparte de este deseo. Si sentimos una cierta materia corporal, no es debido a que exista otra cosa, una realidad aparte. Sólo existe un deseo que se siente en un cuerpo físico. Es la mima alma que se siente sólo a sí misma y sólo dentro de sí misma. Esta no percibe nada fuera.
Por esta razón el alma se siente a sí misma como existiendo en este cuerpo físico, aparentemente rodeada por otros cuerpos similares. Es así que me percibo a mí mismo y a la realidad que me rodea debido a que estoy encerrado dentro de mí con mi ego. Tan pronto como adquiera nuevos deseos y perciba las propiedades fuera de mí, empezaré a ver la realidad de una forma diferente.
La realidad que miro fuera de mí es llamada “Mundo Superior.” ¿Cómo existo fuera de mi (de mi ego) y miro la existencia fuera de mi? Tengo que conectarme con otras almas, con mis amigos. Dentro de esta conexión entre nosotros, en una mayor unidad, revelamos sensaciones y manifestaciones comunes llamadas “el mundo espiritual.”
Por lo tanto, cuando leemos El Zohar, debemos recordar que todos nosotros deseamos revelar la Luz Superior, revelar todo lo que esta descrito en El Zohar. Esto nos lleva a los estados e imágenes que hablan sólo sobre la conexión entre nosotros y sus diversas formas. Esta es toda la realidad.
(23719 – De la Segunda Parte de la Lección Diaria de Cabalá del 15 de octubre de 2010, El Zohar.)
martes, 19 de octubre de 2010
Porciones diarias 14.10.10
Garantía Mutua
Nosotros debemos esclarecer que es la garantía mutua y para que la necesitamos.
En la convención debemos ocuparnos todo el tiempo con el significado de la palabra "garantía". ¿Quién es garante a quien? ¿Qué es lo que se garantiza? ¿Qué me da la garantía? ¿Cuánto la necesito yo? ¿Qué tengo que dar yo y qué tienen que dar los demás?
"Garantía" es una palabra profunda, aterradora y comprometedora. Es el Kli (vasija) en el cual se revela todo. De acuerdo a la medida de garantía que alcanzamos, nosotros pasamos de la oscuridad a la Luz, de este mundo a la revelación del mundo espiritual. Todo depende de la garantía.
Por eso es que debemos interpretar la palabra garantía con más y más exactitud y esclarecer el contenido de esta palabra, para que sea lo más cercana a nosotros, a nuestra preocupación, al temor y a nuestras expectativas.
Clase matinal, parte IV, 47:06-46:55
Reflexiones del día 14.10.2010
Todos los peldaños de la escalera son la realización de las condiciones de garantía mutua, desde el escalón 0 hasta el 125. La mínima garantía mutua que tratamos de lograr, es lo que nosotros esperamos que suceda en la próxima convención.
Por el lado del Creador, nada ocurre, ninguna cosa varía – todo cambia en nosotros, en nuestro interior y gradualmente a través de reminiscencias que aumentan desde lo simple a lo complejo, para que aprendamos en forma gradual cómo relacionarnos con lo que sentimos.
Todo el estudio en nuestra vida, es el aprendizaje de la Providencia de manera correcta.
A través del entorno, se le brinda a la persona la oportunidad de conectarse a sí mismo con la Providencia que viene desde Arriba.
Generalmente el individuo se inclina ante dos divinidades –la buena, a la cual se dirige y la mala de la cual escapa. Dentro de todas esas formas, la persona necesita llegar al conocimiento de "No hay otro fuera de Él" – tanto la fuerza mala como la buena provienen del mismo origen, y eso lo trae hacia la distinción que no hay malo o bueno, sino que el Creador se relaciona con él como un padre con su hijo, para enseñarle a cada instante, por lo tanto el individuo debe cambiar su actitud hacia la Providencia – tomarla como la educación que debe recibir del Creador.
En resumen, el Creador nos exige elevarnos sobre la sensación, hacia la intención, y de esta manera comenzamos a comprender su objetivo.
El Creador es la vida que está en el cuerpo, la fuerza que se descubre en el grupo, la Luz superior que se descubre dentro del Kli (vasija).
Sentir la conexión entre nosotros – sentir que todos nos encontramos en el único sistema, del cual es imposible moverse y debemos anhelar descubrirlo y sentirlo, y lo que descubramos es el mundo espiritual.
La diferencia entre yo y alguien fuera de mí, construye en mí la capacidad de sentir algo que existe fuera de mí – al Creador dentro del discernimiento – yo y Él, yo me transformo en digno de sentir la Divinidad.
Tenemos que llegar al punto más bajo desde el cual podremos determinar el punto de nuestra independencia – que no hay nada más lamentable y lejano del Creador, no hay nada mejor que esta situación, porque dentro de ella me hallo de forma independiente, y si dentro de ese punto mantengo el desarrollo independiente, avanzo correctamente. Por lo tanto el nivel de este mundo es necesario.
En primer lugar tenemos que descubrir nuestra inclinación al mal – lo que nos diferencia del prójimo, y comprender que si odio al prójimo, odio al Creador, y después de esto adquirir el amor al prójimo y por medio de este, el amor al Creador, y esa es la plenitud para la persona.
La intención es no hacer ninguna actividad externa, sino la corrección del corazón, y eso es lo que la Torá nos exige.
La garantía mutua es que tú firmas por encima del descubrimiento de tus deseos, que fuera del punto de unidad existe también el descubrimiento del mal, y el acuerdo de estar por encima de este.
Todo depende de la garantía mutua.
Nosotros debemos esclarecer que es la garantía mutua y para que la necesitamos.
En la convención debemos ocuparnos todo el tiempo con el significado de la palabra "garantía". ¿Quién es garante a quien? ¿Qué es lo que se garantiza? ¿Qué me da la garantía? ¿Cuánto la necesito yo? ¿Qué tengo que dar yo y qué tienen que dar los demás?
"Garantía" es una palabra profunda, aterradora y comprometedora. Es el Kli (vasija) en el cual se revela todo. De acuerdo a la medida de garantía que alcanzamos, nosotros pasamos de la oscuridad a la Luz, de este mundo a la revelación del mundo espiritual. Todo depende de la garantía.
Por eso es que debemos interpretar la palabra garantía con más y más exactitud y esclarecer el contenido de esta palabra, para que sea lo más cercana a nosotros, a nuestra preocupación, al temor y a nuestras expectativas.
Clase matinal, parte IV, 47:06-46:55
Reflexiones del día 14.10.2010
Todos los peldaños de la escalera son la realización de las condiciones de garantía mutua, desde el escalón 0 hasta el 125. La mínima garantía mutua que tratamos de lograr, es lo que nosotros esperamos que suceda en la próxima convención.
Por el lado del Creador, nada ocurre, ninguna cosa varía – todo cambia en nosotros, en nuestro interior y gradualmente a través de reminiscencias que aumentan desde lo simple a lo complejo, para que aprendamos en forma gradual cómo relacionarnos con lo que sentimos.
Todo el estudio en nuestra vida, es el aprendizaje de la Providencia de manera correcta.
A través del entorno, se le brinda a la persona la oportunidad de conectarse a sí mismo con la Providencia que viene desde Arriba.
Generalmente el individuo se inclina ante dos divinidades –la buena, a la cual se dirige y la mala de la cual escapa. Dentro de todas esas formas, la persona necesita llegar al conocimiento de "No hay otro fuera de Él" – tanto la fuerza mala como la buena provienen del mismo origen, y eso lo trae hacia la distinción que no hay malo o bueno, sino que el Creador se relaciona con él como un padre con su hijo, para enseñarle a cada instante, por lo tanto el individuo debe cambiar su actitud hacia la Providencia – tomarla como la educación que debe recibir del Creador.
En resumen, el Creador nos exige elevarnos sobre la sensación, hacia la intención, y de esta manera comenzamos a comprender su objetivo.
El Creador es la vida que está en el cuerpo, la fuerza que se descubre en el grupo, la Luz superior que se descubre dentro del Kli (vasija).
Sentir la conexión entre nosotros – sentir que todos nos encontramos en el único sistema, del cual es imposible moverse y debemos anhelar descubrirlo y sentirlo, y lo que descubramos es el mundo espiritual.
La diferencia entre yo y alguien fuera de mí, construye en mí la capacidad de sentir algo que existe fuera de mí – al Creador dentro del discernimiento – yo y Él, yo me transformo en digno de sentir la Divinidad.
Tenemos que llegar al punto más bajo desde el cual podremos determinar el punto de nuestra independencia – que no hay nada más lamentable y lejano del Creador, no hay nada mejor que esta situación, porque dentro de ella me hallo de forma independiente, y si dentro de ese punto mantengo el desarrollo independiente, avanzo correctamente. Por lo tanto el nivel de este mundo es necesario.
En primer lugar tenemos que descubrir nuestra inclinación al mal – lo que nos diferencia del prójimo, y comprender que si odio al prójimo, odio al Creador, y después de esto adquirir el amor al prójimo y por medio de este, el amor al Creador, y esa es la plenitud para la persona.
La intención es no hacer ninguna actividad externa, sino la corrección del corazón, y eso es lo que la Torá nos exige.
La garantía mutua es que tú firmas por encima del descubrimiento de tus deseos, que fuera del punto de unidad existe también el descubrimiento del mal, y el acuerdo de estar por encima de este.
Todo depende de la garantía mutua.
lunes, 18 de octubre de 2010
Elevándome por encima de todas mis posesiones
Elevándome por encima de todas mis posesiones
Publicado en Octubre 17, 2010 a las 7:00 pm
Entre toda la diversidad que percibo, sólo tengo que discernir el elemento más importante: la unidad. Puedo verificar mi relación con los amigos en el grupo, sólo en la medida en que veo, reflejado en ellos, el beneficio o perjuicio que causo a nuestra unidad. Por ahora, no tomo en consideración ninguna otra cosa. Evalúo a mis amigos “dentro de la razón” y “por encima de la razón.”
Esto significa que no cancelo mi lógica sino que la uso para verme a través del prisma de mi propia opinión (deseo, vasijas) y darme cuenta de lo alto que necesito elevar al grupo, ante mis ojos, con el fin de dar a mis amigos una evaluación positiva. Sin embargo, sé que mi lógica es egoísta y, siempre acuso a mis amigos de “deudores”. Es por esto que, tengo que elevarme por encima de dicha lógica para poder ver a mis amigos como “absolutamente justos”.
¿Es verdadero o es falso? No existe lo verdadero ni lo falso. Todo depende de mi juicio. Cuando uso mi lógica para juzgar, entonces, naturalmente, no hay nadie justo en el mundo, excepto yo. Sólo me justifico a mí y a aquellos que me son queridos. Sin embargo, cuando me muevo por encima de la razón, siento que todos mis amigos son justos, es decir, que han llegado al final de la corrección y que yo soy el único pecador de entre ellos.
¿Qué me aporta este juego? Después de todo, ninguna de las dos opciones es verdadera. Ambas tratan de convencionalismos. Sin embargo, este juego me da la oportunidad de estar, constantemente, en dos estados: por encima de la razón y dentro de lo razón (por encima del egoísmo y en el propio egoísmo). Así que, practico hasta que adquiero experiencia y, entonces, empiezo a desear alcanzar la verdadera evaluación. A partir de ese momento, estoy listo para ver la verdad.
Cuanto más esfuerzo ponga en ello, más rápido llegarán mis deseos, (opiniones), a estar preparados, a través de este proceso, para el mundo espiritual. No lo percibiré como por encima de la razón; bien al contrario, lo adquiriré dentro de la razón pero, en mis nuevos kelim. Así, una y otra vez, iré avanzando, tras adquirir una elevación por encima de la razón. Después de todo, cada siguiente grado es mayor que el anterior, de acuerdo a su fuerza de otorgamiento, y por esta razón, es contrario al anterior.
El hombre siempre tiene que elevarse por encima de sus posesiones. Pareciera como si todo estuviese bien y fuera correcto; hay una deliciosa comida en la mesa y la vida es una bendición pero, no es así esta vez. Has de:
1) Despreciar esta bendición, con el fin de elevarte a un nivel más alto de otorgamiento, 2) Al despreciar esta bendición, ver la oscuridad. Has de ir, cada vez, por encima de la razón, por encima de los hechos actuales y, adquirir la propiedad de Biná, la cual es, siempre, contraria a ellos.
Biná manda sobre Maljut en el nuevo grado pero, entonces, en la Luz Superior, veo cómo el poder se dirige a Maljut. Por lo tanto, me preparo para el siguiente grado, y el proceso se repite.
(23071 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 10 de octubre 2010, El asunto de por encima de la Razón.)
Publicado en Octubre 17, 2010 a las 7:00 pm
Entre toda la diversidad que percibo, sólo tengo que discernir el elemento más importante: la unidad. Puedo verificar mi relación con los amigos en el grupo, sólo en la medida en que veo, reflejado en ellos, el beneficio o perjuicio que causo a nuestra unidad. Por ahora, no tomo en consideración ninguna otra cosa. Evalúo a mis amigos “dentro de la razón” y “por encima de la razón.”
Esto significa que no cancelo mi lógica sino que la uso para verme a través del prisma de mi propia opinión (deseo, vasijas) y darme cuenta de lo alto que necesito elevar al grupo, ante mis ojos, con el fin de dar a mis amigos una evaluación positiva. Sin embargo, sé que mi lógica es egoísta y, siempre acuso a mis amigos de “deudores”. Es por esto que, tengo que elevarme por encima de dicha lógica para poder ver a mis amigos como “absolutamente justos”.
¿Es verdadero o es falso? No existe lo verdadero ni lo falso. Todo depende de mi juicio. Cuando uso mi lógica para juzgar, entonces, naturalmente, no hay nadie justo en el mundo, excepto yo. Sólo me justifico a mí y a aquellos que me son queridos. Sin embargo, cuando me muevo por encima de la razón, siento que todos mis amigos son justos, es decir, que han llegado al final de la corrección y que yo soy el único pecador de entre ellos.
¿Qué me aporta este juego? Después de todo, ninguna de las dos opciones es verdadera. Ambas tratan de convencionalismos. Sin embargo, este juego me da la oportunidad de estar, constantemente, en dos estados: por encima de la razón y dentro de lo razón (por encima del egoísmo y en el propio egoísmo). Así que, practico hasta que adquiero experiencia y, entonces, empiezo a desear alcanzar la verdadera evaluación. A partir de ese momento, estoy listo para ver la verdad.
Cuanto más esfuerzo ponga en ello, más rápido llegarán mis deseos, (opiniones), a estar preparados, a través de este proceso, para el mundo espiritual. No lo percibiré como por encima de la razón; bien al contrario, lo adquiriré dentro de la razón pero, en mis nuevos kelim. Así, una y otra vez, iré avanzando, tras adquirir una elevación por encima de la razón. Después de todo, cada siguiente grado es mayor que el anterior, de acuerdo a su fuerza de otorgamiento, y por esta razón, es contrario al anterior.
El hombre siempre tiene que elevarse por encima de sus posesiones. Pareciera como si todo estuviese bien y fuera correcto; hay una deliciosa comida en la mesa y la vida es una bendición pero, no es así esta vez. Has de:
1) Despreciar esta bendición, con el fin de elevarte a un nivel más alto de otorgamiento, 2) Al despreciar esta bendición, ver la oscuridad. Has de ir, cada vez, por encima de la razón, por encima de los hechos actuales y, adquirir la propiedad de Biná, la cual es, siempre, contraria a ellos.
Biná manda sobre Maljut en el nuevo grado pero, entonces, en la Luz Superior, veo cómo el poder se dirige a Maljut. Por lo tanto, me preparo para el siguiente grado, y el proceso se repite.
(23071 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 10 de octubre 2010, El asunto de por encima de la Razón.)
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