Garantía Mutua
Nosotros debemos esclarecer que es la garantía mutua y para que la necesitamos.
En la convención debemos ocuparnos todo el tiempo con el significado de la palabra "garantía". ¿Quién es garante a quien? ¿Qué es lo que se garantiza? ¿Qué me da la garantía? ¿Cuánto la necesito yo? ¿Qué tengo que dar yo y qué tienen que dar los demás?
"Garantía" es una palabra profunda, aterradora y comprometedora. Es el Kli (vasija) en el cual se revela todo. De acuerdo a la medida de garantía que alcanzamos, nosotros pasamos de la oscuridad a la Luz, de este mundo a la revelación del mundo espiritual. Todo depende de la garantía.
Por eso es que debemos interpretar la palabra garantía con más y más exactitud y esclarecer el contenido de esta palabra, para que sea lo más cercana a nosotros, a nuestra preocupación, al temor y a nuestras expectativas.
Clase matinal, parte IV, 47:06-46:55
Reflexiones del día 14.10.2010
Todos los peldaños de la escalera son la realización de las condiciones de garantía mutua, desde el escalón 0 hasta el 125. La mínima garantía mutua que tratamos de lograr, es lo que nosotros esperamos que suceda en la próxima convención.
Por el lado del Creador, nada ocurre, ninguna cosa varía – todo cambia en nosotros, en nuestro interior y gradualmente a través de reminiscencias que aumentan desde lo simple a lo complejo, para que aprendamos en forma gradual cómo relacionarnos con lo que sentimos.
Todo el estudio en nuestra vida, es el aprendizaje de la Providencia de manera correcta.
A través del entorno, se le brinda a la persona la oportunidad de conectarse a sí mismo con la Providencia que viene desde Arriba.
Generalmente el individuo se inclina ante dos divinidades –la buena, a la cual se dirige y la mala de la cual escapa. Dentro de todas esas formas, la persona necesita llegar al conocimiento de "No hay otro fuera de Él" – tanto la fuerza mala como la buena provienen del mismo origen, y eso lo trae hacia la distinción que no hay malo o bueno, sino que el Creador se relaciona con él como un padre con su hijo, para enseñarle a cada instante, por lo tanto el individuo debe cambiar su actitud hacia la Providencia – tomarla como la educación que debe recibir del Creador.
En resumen, el Creador nos exige elevarnos sobre la sensación, hacia la intención, y de esta manera comenzamos a comprender su objetivo.
El Creador es la vida que está en el cuerpo, la fuerza que se descubre en el grupo, la Luz superior que se descubre dentro del Kli (vasija).
Sentir la conexión entre nosotros – sentir que todos nos encontramos en el único sistema, del cual es imposible moverse y debemos anhelar descubrirlo y sentirlo, y lo que descubramos es el mundo espiritual.
La diferencia entre yo y alguien fuera de mí, construye en mí la capacidad de sentir algo que existe fuera de mí – al Creador dentro del discernimiento – yo y Él, yo me transformo en digno de sentir la Divinidad.
Tenemos que llegar al punto más bajo desde el cual podremos determinar el punto de nuestra independencia – que no hay nada más lamentable y lejano del Creador, no hay nada mejor que esta situación, porque dentro de ella me hallo de forma independiente, y si dentro de ese punto mantengo el desarrollo independiente, avanzo correctamente. Por lo tanto el nivel de este mundo es necesario.
En primer lugar tenemos que descubrir nuestra inclinación al mal – lo que nos diferencia del prójimo, y comprender que si odio al prójimo, odio al Creador, y después de esto adquirir el amor al prójimo y por medio de este, el amor al Creador, y esa es la plenitud para la persona.
La intención es no hacer ninguna actividad externa, sino la corrección del corazón, y eso es lo que la Torá nos exige.
La garantía mutua es que tú firmas por encima del descubrimiento de tus deseos, que fuera del punto de unidad existe también el descubrimiento del mal, y el acuerdo de estar por encima de este.
Todo depende de la garantía mutua.
martes, 19 de octubre de 2010
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