Publicado en Abril 4, 2010 a las 5:53 am
Isaac es la fuerza que crece delante de Abraham y sirve como “ayuda contra él”.
Entonces, la persona empieza a revelar que lo espiritual no es simplemente una sola fuerza. Antes, la persona no entendía cómo pueden existir dos opiniones opuestas y ambas tener razón.
No entendía que la verdad se aclara precisamente en la colisión y confrontación porque pensaba que todo estaba claramente determinado y era unívoco.
Ahora, trabajando con su cualidad de Isaac y corrigiéndola, la persona empieza a entender que todo no está tan unívoco como consideraba en su egoísmo, cuando veía sólo su deseo de disfrutar y el placer contra él.
Ahora, la persona ve que la línea izquierda y la línea derecha puedan tener razón, ser igualmente sagradas y ambas ayudar en avance.
Ambas pueden ser opuestas, pero en la creación hay lugar para las dos y ambas están conectadas con el Creador.
El hombre incluye ambas cualidades en sí mismo. Gracias su propia cualidad de la recepción, él permanece como el creado que existe aparte del Creador. Por encima de la cualidad de la recepción, está la cualidad del otorgamiento que el hombre adoptó del Creador.
Por eso, él siempre tendrá la confrontación interna entre estas dos fuerzas.
Y sólo creando a Isaac, Abraham empieza a entender su posición verdadera con relación al Creador. Por algo hijo (Ben) significa “entendimiento” (Lehavin), Bina, es decir un peldaño nuevo.
(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 22 de marzo 2010)
domingo, 4 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario